No te des por vencido, ni aun vencido,
Ten el tesón del clavo enmohecido,
Procede como Dios que nunca llora,
¡Que muerda y vocifere vengadora,
ALMAFUERTE
La raíz se corta en el asfalto
el sentimiento de cuajo se mata
cinismo esperanzado vomita este día
la huella perdida en esta ciudad maldita
ni las balas podrán atravesar mi alma,
ni la muerte borrar una vida.
La crisis rebota en la psiquis,
se alimenta de moscas
y desenmascara el origen divino.
Se encarcelaron millones de sueños
en esta patria de traidores
disfrazados de héroes
que nunca en la memoria perecen.
Culpas ajenas, suertes austeras
maldice el circo de esta gran culebra.
Dan miradas profundas a estos ojos desiertos
contaminados de humo hechizando esta queja
y cayó la noche, entre otro cielo
de estrellas cubriendo de blanco la tierra,
culpando al pasado de mi irónica risa
que no revela mis dudas de la vida y la muerte.
Un mismo pecado y los tiempos cambiados
por el paso cortante de esta herida profunda
por continuados ensueños de verme indefenso
ante tanto dolor
asi saltar al abismo de tu corazón
de una buena vez.
Fernando Vera
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