“(Había una vez) una generación de periodistas que no pretendían hacerse ricos. (…) Nada sabían del marketing ni del gerenciamiento, no conocían de vista a los anunciantes y, a veces, caían en el pecado de la fantasía.
(…) No eran perfectos, no todo tiempo pasado fue mejor, (…) pero esos periodistas tenían la humildad de los que saben que no saben. Y ellos sabían mucho más que nosotros, pero no pretendían opinar de todo, como se hace hoy con irregular suerte. Aquellos muchachos de antes, que leían todo, tenían la opinión prohibida, por pudor y por prudencia.
Algunos muchachos de ahora, que saben perfecto inglés pero tienen problemas con el castellano básico. son ‘todólogos’ entusiastas, próceres mediáticos, salvadores de la patria, ricos y famosos, predicadores de cualquier cosa. Es decir, predicadores de la nada.”
(…) No eran perfectos, no todo tiempo pasado fue mejor, (…) pero esos periodistas tenían la humildad de los que saben que no saben. Y ellos sabían mucho más que nosotros, pero no pretendían opinar de todo, como se hace hoy con irregular suerte. Aquellos muchachos de antes, que leían todo, tenían la opinión prohibida, por pudor y por prudencia.
Algunos muchachos de ahora, que saben perfecto inglés pero tienen problemas con el castellano básico. son ‘todólogos’ entusiastas, próceres mediáticos, salvadores de la patria, ricos y famosos, predicadores de cualquier cosa. Es decir, predicadores de la nada.”
Jorge Fernandez Diaz
Nota Completa
1 comentario:
"En el país colonial, debajo del escaparate multicolor de los abalorios y baratijas de las metròpolis, son ajustados los pilares del pensar dependiente. El colonizado deviene extranjero en sus maneras de sentir y pensar y aunque viva en el país, permanece extraño a su realidad profunda. Solo lo que se piensa con fe nacional es pensamiento verdadero. No cuando solo se piensa lo que dicen los libros y esos libros del país colonial son extranjeros o escritos por argentinos colonizados"
Juan José Hernández Arregui.
Saludos amigo!!!
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