30-12-2008 / (veintitres)
Los 50 años de la revolución cubana.
Osvaldo Bayer
Una isla al borde de Estados Unidos, la nación más poderosa del capitalismo mundial. Que la agredió con un bloqueo implacable. Bloqueo que continúa hasta hoy. Una isla conocida antes sólo por la rumba y los prostíbulos con todos los mitos tropicales. Allí, de pronto, una revolución socialista. Fantasías de la realidad.
Con motivo de ese cincuentenario, los diarios europeos le han dedicado títulos en primera plana, largos análisis, y hasta suplementos. Casi todos críticos. Para no decir todos críticos. Claro, es fácil criticar a Cuba.
Todas esas críticas son falsas. No puede compararse a Cuba con los países centrales del capitalismo. Para ser justo hay que comparar las estadísticas de Cuba de hace medio siglo con las de ahora, o también comparar esas estadísticas con las de las otras islas del Caribe.

No voy a criticar a Cuba por su sistema político mientras esa isla esté sometida al bloqueo todopoderoso de Estados Unidos. ¿Puede exigirse a Cuba más libertades después de la atrocidad yanqui de Bahía de Cochinos? A Cuba la obligan a vivir en un constante pie de guerra.
Por supuesto que si el gran poder del Norte levantara ese bloqueo y asegurara que jamás va a atacar el suelo cubano o apoyar otras agresiones, vamos a desear que Cuba comience una vida de libertades políticas apoyadas en asambleas populares que expresen la opinión de todos sus habitantes. Sería cumplir con lo que dice nuestro Himno Nacional: “Ved en trono a la noble Igualdad, Libertad, Libertad, Libertad”.
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